Testimonio de donante de médula ósea
…Cuando estaba terminando el proceso, entró una señora que había recibido el trasplante creo que el día antes, no os imagináis como me miró aquella señora, no hablamos, pero no hizo falta; su forma de mirarme y sus ojos lo hicieron todo. En su mirada se veía agradecimiento, cariño e ilusión hacia mí porque me tenía delante y por ende hacia su alma gemela de médula, esa persona anónima que había tenido el mismo gesto desinteresado hacia ella que en esos momentos estaba teniendo yo hacia otra persona.
Nos fuimos a casa con la satisfacción de haber ayudado en lo posible a alguien anónimo, y siendo ya consciente de la importancia de lo que había hecho, y de lo afortunado que era por haberlo podido hacer.
Espero y deseo de todo corazón que quien haya recibido «ese poquito de mí» esté mejor y haya salido de su enfermedad.
Fuente: http://www.fcarreras.org/es/antonio-d%C3%ADaz_347033
Rotary Club Rosario Plaza de la Bandera (Rosario, Santa Fe, Argentina)